Lyzzie: Junio 2005 Archivos >
encabezado.jpg

Negro...negro...

Un apagón tuvo lugar en la ciudad y la calle se quedó alumbrada únicamente por la luz de la luna. Los vecinos se asomaban a las ventanas tratando de averiguar cuál era la causa de tan inesperado incidente, mientras otros trataban de ver en la oscuridad. En uno de los pisos, ajena a tanta incertidumbre, busqué a tientas una vela en el mueble del comedor y una caja de cerillas en uno de los cajones de la cocina. Con mi vela encendida y sin nadie que me acompañara, me quedé sentada en el sofá esperando a que arreglaran la avería. Nunca me ha gustado la oscuridad, no, mentira, nunca me ha gustado estar sola en la oscuridad, así que decidí no mover un solo músculo hasta que hubiera alguien en casa. Pero como dice ese famoso refrán..."del dicho al hecho hay un trecho"...así que me tocó bajarle a mi madre, cuando llegó, las llaves, ya que los timbres no funcionaban. Aquello parecía una película de terror de esas americanas...Lyzzie con la vela en la mano, a tientas por la escalera...todo a oscuras y en silencio...la música sonando cada vez más fuerte...chan chan chan chan...y una voz en mi cabeza que decía no bajes al sótanooooo, no bajes al sótanoooo...Total, que entre tanta tontería que se me pasó por la cabeza, se derramó la cera de la vela y me quemé la mano, nada transcendente por supuesto, pero eso me pasa por mema. Después de cenar a la luz de las velas, o lo que es lo mismo, después de una cena romántica en familia XD, me estiré en la sofá mp3 en mano. Las velas me hicieron retroceder en el tiempo y pensar en cómo debían ser las noches en el Antiguo Egipto, a la luz de las lamparitas de aceite, bajo los techos de adobe y soplando de fondo el aire cálido del desierto...Cuando salí del trance "egipcial" (palabro Lyzzie), hice a mi madre soplar las velas (porque hoy es su cumpleaños) y como las apagó todas, me tuve que ir a tientas a la cama, no sin antes tropezarme con la silla de la habitación y martirizarme el dedo gordo del pie con un armario.

Escrito por Lyzzie el22 de Junio de 2005 | Huellas (21)

Sueños salados

Sueño que es de noche y las estrellas empiezan a desperezarse. La playa está desierta, bajo mis pies siento la arena que me acaricia con dulzura, mientras las olas me besan los tobillos dejándome un rastro de besos salados. El olor del mar impregna mis sentidos y sus bramidos me cantan al oído encandilándome; transportándome a otro mundo, un mundo en el que solo estamos tú y yo. La luna alumbra nuestros cuerpos desnudos llenándolos de magia y bajo sus miradas cómplices, me susurras que me quieres. Mientras, tus manos disfrazadas de caricias se funden con mi piel. Tus labios húmedos se dejan llevar por el deseo y recorren sin prisa cada rincón de mi ser, hasta que nuestros cuerpos se diluyen para formar una única poción. El amanecer nos sorprende dormidos sobre la arena y las gaviotas empiezan a desplegar sus alas y sobrevolar el cielo, ahora azul.

Escrito por Lyzzie el12 de Junio de 2005 | Huellas (18)

Destino Fantasía

Las gotas resbalaban por el cristal de la ventana y fuera, un manto de algodones grisáceos cubría las calles. Estaba muy acostumbrada a escuchar a unos y otros maldecir los días de lluvia, pero para ella esos días no se resumían en obligarse a llevar un paraguas o llegar tarde al trabajo por averías en el metro. Le encantaba la lluvia y solía dejarse empapar por el agua hasta que le calara la ropa por completo. Le gustaba pensar que cada gota era una ilusión o un deseo y que al fundirse con su piel cobraban vida y se hacían realidad. Infinitas veces se encontraba con alguien que no lograba comprender que a sus treinta años siguiera creyendo en cuentos de hadas, pero ella sabía que no conseguían entenderla porque ni siquiera hacían el esfuerzo de intentarlo. Ella se sentía feliz viviendo en su particular mundo de fantasía, imaginándose como una pequeña Peter Pan sin ganas de crecer para no enfrentarse con la realidad que la golpeaba duramente. Suspiró y una sonrisa iluminó su rostro, mientras se dejaba caer sobre la cama y el sonido de la lluvia la ayudaba a volver a dormir.

Escrito por Lyzzie el 8 de Junio de 2005 | Huellas (13)

Fina y segura

¿A qué huelen la nubes? ¿Y la música? ¿Y a qué huele un puñetazo en un ojo o una patada en los witis? Eso es lo que le diría yo a los memos que idean los anuncios de compresas, y a las tontas del bote que los interpretan. Qué fácil es sonreir con una compresa en la mano mientras una besuga con cara de sapo te dice ¡Hola soy tu menstruación! Pues no señores, la menstruación no es la prima del pueblo que viene vestida de rojo para ir de compras por la gran ciudad, la menstruación es una mierda que te pone de mala leche y te hace ser mal hablada. Me duelen los ovarios y la cabeza, me molesta que me hablen y que me miren (sobretodo si es un cerdo que te mira las domingas en el metro)...tengo ganas de matar (bueno, creo que esto también me pasa en otras situaciones) y lo que más me joroba de todo es que esta vez me ha fastidiado la visita a la exposición de las joyas faraónicas del Museo de Egipto deBarcelona.

Escrito por Lyzzie el 5 de Junio de 2005 | Huellas (12)