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Hasta nunca Wanadoo

Por fin! Por fin he roto las cadenas y me he quitado los grilletes que me ataban a esta compañía de servicios precarios y deplorables. Se acabaron las facturas equivocadas, siempre a favor de la compañía, se acabaron esas extrañas incidencias que aparecían día sí y día también, se acabaron los enfados y las peleas por teléfono con ese eficiente personal que todo lo soluciona tan eficazmente (ja!), se acabaron las caídas del servidor q nunca arreglaban antes de una semana.
Por mí os podeis meter vuestro servicio por donde os quepa (por no ser del todo ordinaria).

Escrito por Lyzzie el29 de Octubre de 2005 | Huellas (22)

Halloween

Hay dos noches al año la víspera del día de difuntos y la víspera de Navidad especialmente criticas en cuanto las puertas al más allá quedan abiertas a nuestro mundo.
La víspera de difuntos es de origen griego y posteriormente celta. Ya, que se cree, que el origen de los celtas irlandeses se remonta a la colonia griega de los Thuatha Dé Danann "Pueblo de la diosa cuyo nombre es Danu" (actualmente seres divinizados).
Los celtas llamaban a la víspera de difuntos Sambain; cuando las almas de los muertos abiertas las fronteras de los mundos inferiores ascendían en busca de la luz, y, los héroes, secuestrados por las hadas podían respirar aire fresco.
Pero a esta celebración le ocurrió lo mismo que a tantas y tantas fiestas paganas; con la instauración de la iglesia Sambain fue demonizada. transformándose por los anglosajones en la fiesta de Halloween, donde los espíritus de los muertos tras ser invocados por el diablo pululaban haciendo estragos libremente entre los humanos. Para evitarlo los aldeanos procuraban satisfacer a las almas de los difuntos con ofrendas y comida. Se dice que incluso los había que colgaban calabazas con muecas en las puertas de sus casas iluminadas con velas de sebo humano. Una vez se habían honrado los difuntos y creyéndolos satisfechos, los aldeanos se disfrazaban con mascaras y capas para parecerse al diablo, y marchaban en procesión portando candelas para guiar a los espíritus fuera del pueblo.
Esta interpretación cristiana fue la que degenero hasta convertirse en la fiesta Norteamericana que conocemos hoy día, donde los niños disfrazados de difuntos y diablos, van de casa en casa en busca de caramelos ante la amenazadora voz de "ofrenda o truco".

Escrito por Lyzzie el22 de Octubre de 2005 | Huellas (11)