Muchas veces me pregunto qué es la vida. Podría hacer miles de metáforas que encajarían con la realidad, per ¿existe esa realidad? No podemos saber si estamos inmersos en un sueño, ni siquiera si somos reales.
La vida es como un juego en el que somos piezas de marfil guiadas por un dado, ese dado que es el destino. He escuchado miles de veces que la vida es como una noria que da vueltas y más vueltas y nunca sabes en qué momento parará. ¿Vivimos una noria? Si me siento a reflexionar un momento, puedo advertir que estamos en una continua ruleta, que vivimos marcados por un ciclo. Para ser feliz, antes tenemos que conocer el sufrimiento y una vez que alcanzamos la felicidad, volvemos a caer en la penumbra, en la tormenta, en los llantos y lamentos...y volvemos a empezar en el punto de donde partimos.
Tenemos que volver a aprender a mantenernos en pie, a controlar nuestra emociones y sentimientos, aunque resulten indomables e ininteligibles.
La vida es una ola que nos envuelve con su blanca espuma, nos atrae hacia su centro más diabólico y luego nos rechaza sin compasión, olvidando nuestro paso ante sus caminos y borrando las huellas de nuestros zapatos para siempre.
Para vivir hay que soñar, pero ¿qué son los sueños sino partes irrealizables de nuestra vida?
Muchas veces llamamos locas a personas que difieren de nuestros pensamientos, que, a nuestro entender, actúan de forma extraña pero ¿quién nos dice que no somos nosotros los locos? Es posible que tengamos tendencia a pensar que somos perfectos, que nuestra forma de ver las cosas es la que vale. Pero ¿no advertimos que la perfección no es vida?
¿Para qué queremos vivir si no podemos corregir nuestra imperfecciones? No vivimos para ser perfectos, para ser maravillosos o invencibles. Vivimos para superarnos, para autodestruirnos o para destruir a los demás. La vida, que ironía, esa viuda negra que nos permite vivir para luego morir o pasar a un mundo mejor, como algunos creen.
La vida, un sueño ensangrentado por la incomprensión y la ignorancia, que nos empuja hacia un vacío, un vacío que somos nosotros mismos.
Somos un vacio a llenar con experiencias buenas o malas de nuestra realidad. Libros en blanco en los cuales desde el primer momento escribimos, unas veces con plumas y tinta de lo mas florida, otras con sangre y marcadas a fuego. Saludos Oz. Te he puesto un enlace, me gusta como escribes :D
Huella de OzCuRo a las 28 de Marzo 2004 a las 08:00 PM