Cuando las manecillas del gran reloj de pared marcaron las doce en punto, las campanadas invadieron la fría habitación. Una vez más se dejó caer en el viejo butacón de piel con la mirada fija en alguna parte, pero sin ver más allá de sus recuerdos. A lo lejos se escuchaban risas y murmullos de alguna animada conversación, acompañados de un repicar de platos, seguramente de alguna suculenta cena. A su alrededor todo seguía como siempre, sólo oscuridad, vacío y silencio. Desde de que ellas habían desaparecido, su vida se había convertido en una hoja en blanco, sin razón de existir y aún después de quince años trataba de encontrar una respuesta que lo sacara de aquella letargia, pero la realidad era demasiado dura como para enfrentarse a ella. Era capaz de recordar cada segundo como si lo estuviera viviendo en ese mismo instante. Elena había insistido una y otra vez en que redujera la velocidad, no entendía por qué no la había escuchado. La pequeña Marta jugaba con su muñeca nueva en el asiento trasero. De pronto, algo hizo que los neumáticos se deslizaran desestabilizando el vehículo y haciéndole perder el control. Cuando quiso darse cuenta, su Seat Ibiza estaba empotrado contra un quitamiedos y las dos personas que más quería habían perdido la vida. Desde entonces su alma se había esfumado y su cuerpo azotado por el dolor vagaba como un fantasma, transparente, vacío.
Abrió la ventana y dejó que una ráfaga de aire le acariciara el rostro por última vez, cerró los ojos y saltó al vacío desplomándose contra el suelo. Para cuando quisieran encontrarlo, su cuerpo ya no sería nada, justamente lo que había sido desde aquel día.
Una historia aterradoramente real...
Huella de Jake a las 26 de Mayo 2005 a las 08:54 PMPo zi...A lo mejor me he pasado un poco, pero es que somos cada vez más inconscientes en la carretera...A ver si de una maldita vez nos metemos en el coco que un coche no es un juguete y la vida de las personas tampoco.
Besos!
uooooo vaya estampada de ellos, q curioso q el se empotra es un tio ¬¬ jaja
mu real, aunke recuerda las estadisticaas
50% accidentes de hombres van borrachos
20% accidentes de mujeres van borrachas
Me han entrado unas ganitas terribles de llorar Lizzie, pero creo que tienes razón, mejor llorar así. Un besito
Huella de Brisa a las 26 de Mayo 2005 a las 10:12 PMui q tristeeeeeeeeee
queremos una historia feliz pa compensar :(
Uffff, real como la vida misma... Que aterrador.
Huella de Marta a las 27 de Mayo 2005 a las 08:37 AM