Hacía tiempo que manejaba aquella escopeta con una destreza admirable. Desde que su padre murió, él se hizo cargo de la familia y de defender con uñas y dientes lo que le pertenecía. Con la cara siempre llena de barro y las ropas harapientas, se paseaba por la pequeña aldea en busca de algo que echarse a la boca. A veces pasaba días enteros con el estómago vacío, sin poder siquiera llevar a los suyos algo de alimento. Sufría en silencio, aunque su cara desencajada era muestra del dolor y la desesperación que corrían por sus venas.
Cuando apareció aquel hombre, volvieron todas las esperanzas. Le vendió una vida mejor que nunca llegaría. Se cargó a la espalda su escopeta y salió de su barraca sin mirar atrás, pensando que volvería con las manos llenas de nuevas ilusiones.
Cada día salía a enfrentarse enmedio de alguna batalla, corría de trinchera en trinchera luchando por sobrevivir. El aire que respiraba estaba cargado de odio y el polvo del camino, repleto de cadáveres, mostraba la masacre que a diario latía en la región. Una bala le atravesó el muslo derecho, produciéndole una hemorragia que le llevaría a la muerte. En un último suspiro, sus esperanzas se esfumaron en la nada. El día de su muerte, contaban tan sólo nueve años.
¿Significa esto que vas a volver?
Huella de Jake a las 10 de Enero 2006 a las 06:42 PMPoooooooooooooooo zi!
En realidad nunca me fui Mr. Jake, solo he estado un tiempecito sin escribir pq no me apetecía ;)
Se te echaba de menos. Que historia mas dura.
A lo mejor con suerte el domingo tengo una cosita para ti. ;)
Besitos apisima
...Sin duda uno de los peores juguetes que existen para pequeños y mayores...
SALUDOS, LYZZIE: LeeTamargo.-
:-)
Huella de Ardi a las 16 de Enero 2006 a las 07:15 PM